Hola de nuevo, hoy vengo dispuesta a enseñaros a hacer un divertido postre: el cubo de Rubik

Aprovechando que el verano no quiere despedirse, he ido a comprar tres de mis frutas favoritas: sandía, melón y kiwi. Con ellas os voy a mostrar cómo podéis hacer un postre o una merienda friki para una ocasión especial.
¿Qué necesitáis?
A parte de las frutas que hayáis elegido os va a hacer falta: un par de platos, un cuchillo grande y un utensilio que corte cuadrados como los que se usan para las patatas fritas. También todo aquello con lo que queráis decorar el cubo de Rubik una vez finalizado. En mi caso va a ser zumo de naranja y una ramita de hierba buena.
¿Qué problemas he tenido?
El utensilio de corte: No he encontrado ninguno a buen precio que tuviese las hojas tan separadas como las quería. Al final he comprado el más barato de Alcampo y le he “roto” a la medida.


La fruta: La fruta demasiado blanda (como el plátano) o con hebras (como el mango), es más complicada de cortar. Los cubos no quedan tan bien definidos por lo que hay que tratarlo con mayor cuidado. Hay que tener en cuanta el color de las frutas, deben resaltar unas con otras.
Construcción del cubo de Rubik
1º.- Corta una rodaja de sandia y un par de melón algo más ancha que los cubitos. Pela el kiwi y córtalo por la mitad.

2º.- Haz trozos grandes que entren en el utensilio de corte.

3º.- Ve haciendo cubos en cada trozo de fruta. Ten en cuenta que el kiwi es más blando y complicado.

4º.- Verás que muchos de ellos quedan rectangulares, esto se debe al grosor de la rodaja. Gira trozo a trozo y vuelve a cortarlos.


5º.- El cubo de Rubik consta de 27 cubitos. Quédate al menos con 9 de cada fruta (teniendo en cuenta que estamos haciéndolo con tres frutas diferentes).

6º.- Coloca la primera capa variando los cubos para darle color. Elige los mejores para los laterales y deja los perfectos para la tercera capa y superior. Completa de la misma manera el resto de las capas.



7º.- Decora el cubo a tu gusto y sírvelo con una sonrisa.

